La vuelta de Pedro Urdemales

Con ese apellido "Urde-males", Pedro ha sido considerado tradicionalmente un pillo; sin embargo, un buen lector del siglo XXI entenderá que no engaña a nadie pero, ¡otra cosa es que no se deja engañar!

"Pedro Urdemales y el lector de hoy:

Los niños del siglo pasado solo conocimos a Pedro Urdemales en nuestro Libro de Lectura, que era como el Libro de Lenguaje actual.  En sus páginas Pedro era el Cartero del otro mundo, que viajaba montado al revés en un burro, o un caminante que calentaba su comida en una ollita de virtud, a la orilla del camino.

Las personas mayores, en cambio, solían quedarse hasta muy tarde junto al fuego, escuchando las entretenidas aventuras de Urdemales.

Pero después los tiempos cambiaron, y en vez de contar historias, la gente se entretuvo oyéndolas en la radio y viéndolas en televisión.  Entonces Pedro Urdemales, olvidado por la escuela y el hogar, abandonado y triste, se marchó en busca de mejor suerte.

Así fue como hace medio siglo me lo encontré en el campo, contando sus andanzas en trillas y vendimias, en siembras y cosechas.  Donde Pedro llegara, cualquier faena tenía algo de fiesta.

Con ese apellido:  Urde-males, no es raro que se ganara fama de pillo, y yo también alguna vez le reproché lo que se decía: que andaba por ahí engañando a la gente.  Sin embargo él asegura que no engaña a nadie: ¡otra cosa muy distinta es que no se deje engañar!

Y estoy seguro que a los buenos lectores del siglo XXI hallarán mercido el castigo que Pedro les da a los avaros que deseaban apropiarse de una ollita que cocine sin fuego, de un sombrero que pague los gastos con magia o de un árbol que en vez de frutos produzca dinero..." - Floridor Pérez.

Este popular personaje, parte del folclor latinoamericano, regresa con nuevas aventuras gracias a Floridor Pérez.